miércoles, 25 de junio de 2014

Soledades


Es pertinente hablar de soledades, porque no es un término único.

Está el analista solo en su acto, Lacan dice, "solo, como siempre he estado en relación a la causa analítica"; "Uno que habla solo y dice siempre lo mismo", en el Seminario 24, "La invención de la soledad" en Paul Auster, "Cien años de soledad" de García Márquez .

Hay una soledad estructural en Freud, que es la del desvalimiento, el desamparo inicial. Término que aparece en el proyecto, pero que adquiere todo su relieve, en Inhibición, Síntoma y Angustia, (Freud, A.E. XX, 1926)

El desamparo aparece como la primera posición del sujeto inerme, ante la invasión de la cantidad –"quantum"- de estímulos. Es lo que deja una huella indeleble en la estructura, la angustia de castración, como motor de la defensa. Esta soledad inicial es la que le permite al sujeto hacer lazo al Otro. Hay una solidaridad entre, forclusión generalizada y desamparo, todo lo que es defensa, arreglo, saber-hacer de un ser hablante, es siempre bajo un fondo de soledad, de abismo, de desamparo. La soledad inicial, es diferente de la soledad del autismo, no sólo como cuadro, sino como posición de goce; es la soledad del Uno, la soledad del goce del idiota, como Lacan llama al goce masturbatorio, un goce sin Otro.

Hay soledades de la época y de las épocas.

El integrante de la masa, en la lógica de "Psicología de las masas" en Freud, no está solo, pertenece a una masa cohesionada por identificación. En la serie de los orígenes del totalitarismo, Hanna Arendt, en el último tomo, los sistemas totalitarios, define la soledad y el aislamiento como efecto del discurso totalitario. Dice:

1. puedo estar aislado, sin estar solo.

2. puedo estar solo, abandonado de toda compañía sin estar aislado.

Cicerón dice en De Re Publica: "Nunca estaba menos solo que cuando estaba solo".

Hay una soledad fecunda. Pero Hanna Arendt quiere dar cuenta de una soledad y un aislamiento, promovida por el terror que sostiene la dominación de los regímenes totalitarios.

Hanna Arendt plantea: "La soledad, el terreno propio del terror, la esencia del Gobierno totalitario, y para la ideología o la lógica, la preparación de ejecutores y víctimas, está estrechamente relacionada con el desarraigamiento y la superfluidad, que han sido el azote de las masas modernas desde el comienzo de la revolución industrial y que se agudizaron con el auge del imperialismo a finales del siglo pasado y la ruptura de las instituciones políticas y de las tradiciones sociales en nuestro propio tiempo. Estar desarraigado significa no tener en el mundo un lugar reconocido y garantizado por los demás; ser superfluo significa no pertenecer en absoluto al mundo. El desarraigamiento puede ser la condición preliminar de la superfluidad, de la misma manera que el aislamiento puede ser (aunque no lo sea forzosamente) la condición preliminar de la soledad. Considerada en sí misma, sin atender a sus recientes causas históricas y a su nuevo papel en política, la soledad es al mismo tiempo contraria a los requerimientos básicos de la condición humana y una de las experiencias fundamentales de cada vida humana."

De la ruptura de lazos de los sujetos, provocada por el terror, no hace falta ir al fenómeno del fascismo o el estalinismo para conocer esto. Conocemos el saldo de impunidad del Proceso, que nos hace recordar a algunos, la dominación por el terror, el aislamiento y la desolación.

Estos tiempos no son los del discurso totalitario, la dominancia del discurso capitalista, formulado por Lacan, que implica un rechazo a la castración y al amor, conlleva una ruptura del lazo social. El mérito de Hanna Arendt es situar el desarraigo desde la revolución industrial, por lo tanto más allá de los fenómenos de masas, la ruptura de lazos está planteada desde los orígenes del capitalismo, es por eso que Lacan dice del proletario que no tiene discurso con el que hacer lazo social.

Con el neoliberalismo, asistimos a una promoción del consumo, del goce autista, del sujeto con los objetos del mercado. Soledad que tapona la causa del deseo y acentúa la falta-en-gozar. Podemos decir que hay un capítulo nuevo para agregar a Psicología de las masas; el discurso capitalista, conjetura tardía de Lacan y la concepción del sistema totalitario de Hanna Arendt dan cuenta, de una dominancia que se sostiene en la ruptura de lazos, es paradojal, pues todo discurso indica un lazo social , incluido el del analista, pero quizás el aporte original es la forma de dominancia, de hegemonía, no solo del totalitarismo, sino la proviene de la revolución industrial, deja a cada sujeto aislado y sin lazo. ¿No será que los fenómenos totalitarios fueron una respuesta, fallida, a la declinación del discurso del amo?

No hay duda que la masa se cohesiona por identificación, pero también hay que decir que la epidemia fascista del siglo XX se sostuvo mas en el terror que en la identificación.

La dominancia por el terror fracasó, hemos pasado de lo totalitario a lo globalitario, la mundializacion del mercado que a veces requiere del forzamiento militar.

Por eso mismo hay una soledad, promovida por el discurso capitalista, que promociona el taponamiento del deseo y acentúa la falta de goce, proporcionando ofertas prêt-à-porter de acuerdo al lobby fantasmático de cada quien.

Hay también una soledad de la neurosis misma, el pensar rumiante del obsesivo, la sustracción histérica, la evitación fóbica, es la soledad que no cesa de escribir el síntoma neurótico.

Lacan decía:" El inconsciente, es que en suma uno habla solo. Uno habla solo porque uno no dice jamás sino una sola y misma cosa — salvo si uno se abre a dialogar con un psicoanalista" (Lacan, seminario XXIV, clase 4, inédito), y podemos decir que nunca se ha hablado tanto como en ésta época, la época de decirlo todo. Goce autista, del bla-bla-bla del ser-hablante.

Lacan dice, uno habla solo y dice siempre lo mismo, salvo si encuentra un analista. Por tanto, se puede decir que el análisis es una experiencia en soledad con otro - no un semejante -, que le permite al ex-sistente, al ser que habla, al parlêtre , una invención de su soledad, y a la vez una salida de la soledad, en tanto lo confronta con lo Otro, lo ajeno, lo hétero, lo femenino.


Referencias
• Arendt, Hanna. "Los orígenes del totalitarismo". Tomo 3, "Totalitarismo". Capítulo 13. Ideología y terror: una nueva forma de gobierno. Alianza.
• Freud, Sigmund. "Inhibición, Síntoma y Angustia"- AE XX .1926.
• Lacan; Jacques Seminario 24, "Lo no sabido que sabe" (1976-77 inédito).

La clínica y los nombres del padre

Nombre, metáfora y suplencia

Por Mario Goldenberg (EOL)


La primera referencia que hace Lacan a los nombres del padre, está en "Función y campo de la palabra", un escrito del año 1953, donde articula el concepto de Nombre del Padre a la clínica.

Anterior a este escrito, es la conferencia que da Lacan en la Sociedad Francesa de Psicoanálisis en el momento en que se funda, titulada "Simbólico, imaginario y real" -que actualmente salió publicada en un libro en francés bajo el título de "Los nombres del padre". Para ubicar la cuestión históricamente, la IPA francesa es la SPP, la Sociedad Psicoanalítica de París, que en el año ’53 por cierta cuestión interna, como pasa siempre en el mundo del psicoanálisis, se produce una ruptura de Lacan, Dolto, Lagache y otros con la SPP, y se funda la Sociedad Francesa de Psicoanálisis que todavía existe. La primera comunicación científica allí de Jacques Lacan es "Simbólico, imaginario y real". Lo que es llamativo de esa conferencia es que Lacan introduce allí, por primera vez, los tres registros como registros distintos, pero no hay ninguna referencia al Nombre del Padre. El Nombre del Padre aparece dos meses después, en "Función y Campo de la palabra" y articulado directamente a la clínica.

Plantea lo siguiente: "en el Nombre del Padre es donde tenemos que reconocer el sostén de la función simbólica que desde el albor de los tiempos históricos, identifica a su persona con la figura de la ley. Esta concepción... y de ello resulta un modo de comprensión que va a resonar en la conducción misma de las intervenciones. La práctica nos ha confirmado su fecundidad tanto a nosotros como a los alumnos a quienes hemos inducido a este método. Hemos tenido a menudo la oportunidad en los controles y en los casos comunicados, de subrayar las confusiones nocivas que engendra su desconocimiento".

La apuesta de Lacan está directamente relacionada con la práctica, el control y la dirección de la cura.

Es en ese momento que Lacan introduce los tres registros, es la base de su plataforma de retorno a Freud. Son los tres nombres, ya que justamente se trata de un acto de nominación -real, simbólico e imaginario- a partir de los cuales gira la enseñanza y la práctica de Lacan. En toda la obra de Lacan, a partir de esa conferencia, se debate entre lo simbólico, lo imaginario y lo real.

Inmediatamente aparece un cuarto término, que si bien es un significante referido a la ley simbólica, es un cuarto término en la medida en que siempre aparece el Nombre del Padre como algo que pertenece al Otro pero no es del Otro, o es el Otro de la ley respecto del Otro, o es un significante que sostiene la cadena en más o en menos. Lo que queda claro es que se trata de un cuarto elemento. Este cuarto elemento, con distintas variantes, lo vamos a encontrar a lo largo de toda su enseñanza.

Hay una referencia de "Moisés y la religión monoteísta", el capítulo se titula La renuncia de lo pulsional, allí Freud utiliza el término Nombre del Padre. Creo que el planteo lacaniano del Nombre del Padre, que es un término que proviene de la religión, continúa esta línea de Freud en el Moisés.

Freud comienza diciendo que no es evidente la razón por la cual un progreso en la espiritualidad, un relegamiento de la sensualidad, hayan de elevar la conciencia de sí de la persona o de un pueblo. Opone el progreso en la espiritualidad al relegamiento de lo sensual, esto es, la satisfacción pulsional. Lo que va a plantear aquí como algo novedoso –es ubicado por él de esa manera- es que toda renuncia pulsional produce un afecto displacentero. Sin embargo, el progreso en la espiritualidad - dice por razones internas, y aquí ubica al superyó- permite un enaltecimiento del yo, un nuevo beneficio económico que sería esa ganancia de placer de otra índole que la llama aquí satisfacción sustitutiva. Es un término ya conocido de Freud, pero no se trata de la satisfacción sustitutiva del síntoma, sino de la satisfacción sustitutiva por el sacrificio, por la renuncia pulsional, que permite un progreso en la espiritualidad.

Para entrar en debate con el planteo de Freud, podemos decir que nuestra época no es la época del progreso en la espiritualidad y la renuncia de lo sensual, de lo sensorial. La cultura, la civilización actual, no se sostiene en la renuncia sino más bien en un mandato de goce, en una promoción de lo sensorial, del goce, de la sensualidad. No es el ideal del progreso en la espiritualidad del iluminismo, de la ciencia positivista que todavía se sostenían en la época de Freud.

El planteo freudiano es el siguiente: "El progreso en la espiritualidad consiste en decidirse uno en contra de la percepción sensorial directa en favor de los procesos intelectuales llamados superiores, vale decir, recuerdos, reflexiones, razonamientos y determinar, por ejemplo, que la paternidad es más importante que la maternidad aunque no pueda ser demostrada como esta última por el testimonio de los sentidos. Por eso el hijo debe llevar el nombre del padre y heredar patrilinealmente. Así nuestro Dios es el más grande, el más poderoso, aunque sea invisible como los vientos del huracán y las almas".

En la opera de Mozart "La flauta mágica", hay una lucha entre la reina de la noche, la maldad femenina, y esa cofradía fraterna que trae la razón, la ley de los hombres. Ahí podríamos encontrar esta oposición que plantea Freud, el padre del lado de la civilización y, lo femenino, la madre, del lado de esta reina oscura de la noche. Se podría decir que es una manera de escribir la metáfora paterna. Por un lado, la ley, por otro lado, la boca del cocodrilo, parafraseando al Lacan del seminario XVII.

Freud plantea un progreso en la espiritualidad y una renuncia en lo sensorial, pero las condiciones discursivas actuales han cambiado. El progreso en la espiritualidad no es un ideal de esta época. El ideal de esta época es cómo gozar más, la cultura misma como mandato de goce. Lo cual también es un punto relevante para plantear, en la medida en que el lugar donde Freud ubica la ley paterna, la autoridad paterna, es distinto de la problemática del padre en esta época.

En la década del noventa se decía que ya no había clínica del Nombre del Padre, que ésta había quedado atrás. Parece que no fue tan así. El próximo Congreso de Roma de la Asociación Mundial del Psicoanálisis es sobre el Nombre del Padre; también en el arte, en la literatura, en el cine fundamentalmente, hay un retorno de la cuestión del padre. En este retorno, en general, se trata de argumentos donde los lazos se rompieron en algún momento y, posteriormente hay un retorno. Se podrían ubicar una serie de películas: El abrazo partido, Herencia de sangre, Las invasiones bárbaras, El gran pez. Es sorprendente cómo en todas las películas vuelve la cuestión del padre.

Volviendo a Lacan, al modo en que introduce la cuestión del Nombre del Padre, podríamos ubicar que en la primera enseñanza de Lacan, el Nombre del Padre, tiene una función teórica. Hay un Nombre del Padre como función simbólica, que ningún padre la alcanza, todo padre es discordante con esta función. Es muy llamativo, por ejemplo, en relación al caso Juanito; al padre, Lacan lo elogia como inteligente, macanudo, compañero, etc. pero como función carente, el único mérito –dice Lacan- es haberlo llevado a Freud. Entonces, en El Seminario 4 Lacan ubica su análisis del caso Juanito a partir de la carencia paterna.

Lo dice también en relación al hombre de las ratas: "El padre no sólo sería el Nombre del Padre sino, realmente un padre que asume y representa en toda su plenitud esta función simbólica, encarnada, cristalizada en la función del padre. Pero resulta claro, que ese descubrimiento de lo simbólico y lo real, es completamente inasible, que al menos en una estructura social similar a la nuestra, el padre siempre en algún aspecto es un padre discordante en relación con su función. Un padre carente, un padre humillado como diría Claudel. Existiendo siempre una discordancia extremadamente neta entre lo percibido por el sujeto a nivel de lo real y esta función simbólica"... "En esa desviación reside ese algo que hace que el Complejo de Edipo tenga su valor de ningún modo normativizante, sino generalmente patógeno".

Hay una dificultad con este planteo acerca del Nombre del Padre, es el mismo Lacan el que lo va a reformular en la clase del seminario inexistente, "Los nombres del padre". La función del padre, esta función simbólica, teórica, ideal, en el sentido hegeliano. (La función para Hegel es una función universal, que deja de lado lo particular). Lacan realiza una gran reformulación a partir del seminario de la angustia y del seminario Los nombres del padre, del cual sólo hay una clase, ya que no continuó su dictado. Antes de Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis, da la única clase de este seminario y es excluido de la lista de didactas en la IPA.

Suspende el seminario de los nombres del padre y comienza el seminario de los cuatro conceptos, cuyo título inicial era "Los fundamentos del psicoanálisis", luego se lo llamó "Los cuatro conceptos...". Cambia de lugar y también cambia de público, el público de los cuatro conceptos es Levi-Strauss, Henry Ey, etc. Su excomunión de la Asociación Psicoanalítica Internacional, constituye una especie de ruptura con el Nombre del Padre del psicoanálisis.

La primera ruptura está en el planteo de "Simbólico, imaginario y real" del ‘53 y, la segunda ruptura es en el ‘63, donde hay un pasaje del Nombre del Padre como función ideal, universal, a los nombres del padre.

En el Seminario 23, RSI, que es del ’73 Lacan plantea: Real, simbólico e imaginario –invierte el orden de las letras-, llama justamente a real, simbólico e imaginario: nombres del padre, que constituyó en su acto de nombrar. Es decir, que ubica su primera formulación de los tres registros e inmediatamente introduce al Nombre del Padre; posteriormente en la última enseñanza van a aparecer los tres registros como nombres. Allí, el nombre está referido a un acto y el significante está referido a la cadena significante o al S1.

Lacan en su primera época llama al Nombre del Padre, significante del Nombre del Padre. Es un significante que tiene la particularidad de que no va bien con el conjunto, aunque tiene una función respecto del conjunto.

En la última parte de su enseñanza, a los tres registros, Lacan los llama nombres del padre.

Hay una formulación en El Seminario 23, donde dice que del Nombre del Padre, se puede prescindir, a condición de servirse. Respecto de esto, encontramos un debate en Lacan mismo, ya que en el El Seminario 22 encontramos que del Nombre del Padre no se puede prescindir, porque si se prescinde, los registros se sueltan.

Entonces, hay un momento de Lacan donde pone en el centro el objeto a y parece que es posible un nudo borromeo donde real, simbólico e imaginario están anudados. Luego, hay algo en el nudo de tres que no cierra, tal como al inicio de su enseñanza hay algo que en el Otro no cierra.

Se puede decir que hay un salto, hay pasaje, entre estructura y topología, que es el pasaje de escribir al sujeto como sujeto barrado representado por un significante para otro, a ubicar el anudamiento en real, simbólico e imaginario como nudo borromeo o –más adelante- como real, simbólico e imaginario y un cuarto término que es el sínthome. La estructura del sujeto barrado proviene de la lingüística, de la vertiente de Levi-Strauss en su antropología estructural.

La escritura de real, simbólico e imaginario es topológica y, la escritura de sujeto, Otro, objeto a, S1, S2, se ubicaría más del lado de una estructura lógica. Lacan hace una distinción entre su primera época, donde plantea que intenta demostrar que es una operación lógica; posteriormente pasa a la topología, donde se trata más bien de mostrar y no de demostrar.

A modo de síntesis, en el ’53, tenemos la constitución de los tres registros y el Nombre del Padre; en el ’63, hay un pasaje del Nombre del Padre a los nombres del padre; y en el ’73, hay una reformulación, donde los tres registros son nombres del padre y donde se hace necesario un cuarto elemento. Lacan tiene que pasar del nudo de tres al nudo de cuatro. Se puede señalar, en distintos momentos, una lectura en que la estructura siempre falla –por ejemplo cuando plantea que el padre siempre es discordante en relación a su función, o que el Edipo es siempre patógeno-, y también decir que siempre hay un elemento que va a sostener la estructura.

El modo en que Lacan piensa la psicosis en El Seminario 3 es la forclusión del Nombre del Padre, y un elemento que va a suplir la metáfora paterna que falta: la metáfora delirante, es decir que ya el término suplencia lo tenemos allí.

El término suplencia no remite solamente a las psicosis, en El seminario 4, justamente hablando de Juanito y su carencia paterna, Lacan va a plantear que la fobia suple la carencia paterna en Juanito. Ya el término suplencia no es utilizado solamente para la psicosis, sino que también aparece como término respecto de la fobia.

El término suplencia va a adquirir todo su relieve en la última enseñanza y, podemos decir que hay un encuentro entre el Nombre del Padre, suplencia y síntoma, en la última época de su enseñanza.

En el párrafo citado anteriormente referido al padre discordante, carente, este padre que siempre está en discordancia con la función, parecería que es un padre sintomático respecto de una función ideal.

Lacan vuelve en varios momentos de su enseñanza a reformular la fobia de Juanito por ejemplo en RSI, en la Conferencia de Ginebra sobre el síntoma-; no habla allí de la función paterna, ni del padre de Juanito, sino que se va a centrar en el sentido del síntoma y toma la fobia de Juanito como un paradigma del síntoma neurótico. Se puede decir, que allí la fobia es un nombre del padre, no es lo que suple la carencia paterna. La fobia tiene una función específica, y Lacan en la Conferencia de Ginebra se ocupa de dar una interpretación precisa de ésta. Se podría hacer un contrapunto del primer Lacan, con el Freud de Inhibición, síntoma y angustia, respecto del caso Juanito: Lacan postula, en la Conferencia de Ginebra, que Juanito se angustia ante el encuentro con un goce que no es autoerótico, sino que es hétero, que es ajeno, se refiere al encuentro con el goce fálico, con sus primeras erecciones, un goce fuera del cuerpo que rompe el juego de engaños con la madre. Allí ubica a la angustia. Inmediatamente, plantea que la fobia va a aparecer como una respuesta sintomática. La interpretación que hace Lacan de la fobia de Juanito, es que Juanito "está amedrentado por ese goce"; este es el sentido que le da a la fobia.

Resulta llamativo el hecho de que toma un síntoma de una neurosis infantil, que no es un síntoma definitivo, sino que -en el mismo trabajo del padre, de Freud, y a lo largo del caso- va variando en sus formas hasta que desaparece. Lacan en ese punto es muy preciso ya que ubica a todos los mitos que construye Juanito como intentos de simbolizar ese goce. Concretamente, simbolizar el pene, con la mejor resolución que pudo tener Juanito. En ese punto, no es la carencia paterna, sino el modo en que esa respuesta está anclada en los nombres del padre; la fobia misma ya no es suplencia de una carencia, sino que es un recurso, es un modo de respuesta. 

El pensamiento de Lacan -el uso de la retórica y fundamentalmente de la metáfora- continúa el pensamiento freudiano, tomando la antropología estructural, la lingüística, la ciencia de la época. La metáfora es un recurso que toma Lacan de la retórica para dar cuenta de la represión freudiana, la cual es metafórica, se trata de sustitución. Sin embargo, la teoría freudiana no se agota en la teoría de la represión. Freud va a plantear, a partir de La interpretación de los sueños, de El chiste..., que las operaciones del inconsciente son de cifrado, de sustitución de representaciones, donde hay representaciones que se reprimen y la carga de afecto pasa a otras, sea en el cuerpo, sea en el pensamiento. El primer Freud y, el Freud de la metapsicología, es un Freud de la represión. El punto cúlmine sería la teoría de la represión primordial y la represión secundaria. Pero con el concepto de metáfora a Freud no le alcanza para dar cuenta de la clínica. En Inhibición, síntoma y angustia va a decir que la represión es un modo de defensa más. Allí no está en el centro la represión, sino la angustia de castración.

Lacan, a su manera, sigue este movimiento. El Freud de la época de El chiste..., dePsicopatología de la vida cotidiana, de La interpretación de los sueños -que es donde Lacan plantea su retorno a Freud- es un Freud que armoniza con Función y campo de la palabra, con La Instancia de la letra, con toda la primera enseñanza de Lacan. En este sentido, el término metáfora acuerda muy bien respecto de la función del padre, puesto que la función del padre es metaforizar la reina de la noche, la Diosa blanca, esa deidad femenina, en la fórmula de Lacan: "La palabra mata la cosa". En El Seminario 17 vuelve a la cuestión de la metáfora paterna, cuando plantea el apólogo del cocodrilo y el palo, ubica al deseo de la madre como un cocodrilo y al Nombre del Padre, o el falo, como aquello que impide que esa boca se cierre.

Aquello que es del orden del sujeto de la cultura, del progreso en la espiritualidad tiene que ver con poder metaforizar la cosa, das ding, el deseo materno.

La metáfora paterna, está en la misma línea de "la palabra mata a la cosa", el significante ya es una especie de interpretación del objeto primordial. El movimiento en Freud en la metapsicología, es un punto muy importante en su enseñanza, pero no es a donde Freud llega. Se encuentra, después de pensar el aparato sostenido en la represión, con niveles de resistencia. La primer resistencia que se podría ubicar, en la época de la metapsicología, es la transferencia. El modelo de la represión había sido la histeria, y el modelo de la compulsión, la neurosis obsesiva. Freud se empieza a preguntar por la compulsión, por los estragos de la guerra, que era el gran problema político de aquel momento (las neurosis de guerra), e introduce la pulsión de muerte. Ya la pulsión de muerte, el recuerdo en acto, la compulsión, no van en una misma línea metafórica. La metáfora es un intento defensivo, mediante el cifrado, de hacer con lo traumático. Sin embargo en Más allá del principio del placer plantea la compulsión a la repetición, los sueños traumáticos, el fort-da, las resistencias en transferencia, como un intento de ligar. También hay allí un pensamiento topológico. Hay un intento de enganchar, de enlazar aquello que no se puede terminar de ligar. Es verdad que el primer Freud tenía la ilusión que por la palabra se podía tramitar lo traumático y se podía reducir lo real.

El primer Lacan, de El Seminario 1, si bien tiene un real externo, la operación del análisis es un trabajo de simbolización de lo imaginario.

En Freud, despues las Conferencias de introducción al psicoanálisis, lo que se ubica en el centro de su teoría, no es la metáfora, sino la angustia de castración como motor de la defensa. Usa tres nombres que son: inhibición, síntoma y angustia. Podríamos decir que hay una especie de solidaridad entre inhibición, síntoma y angustia, y real, simbólico e imaginario. Para ser precisos, la inhibición estaría del lado de lo imaginario, el síntoma de lo simbólico y la angustia de lo real.

Freud pasa de la teoría de la represión, a Inhibición, síntoma y angustia y es muy importante tener presente este pasaje para poder entender el devenir del Nombre del Padre en Lacan. El Nombre del Padre, inicialmente es metáfora y al final ya no lo es, es algo distinto a la metáfora. El síntoma en Freud inicialmente es metafórico, es formación de sustitutos; luego introduce el término de satisfacción sustitutiva. La primera formulación del síntoma freudiano es que éste es defensivo respecto de la satisfacción. El término satisfacción sustitutiva y sentido de los síntomas, son términos tardíos, aparecen recién después de la metapsicología, en las Conferencias de introducción al psicoanálisis (1916/7).

La formulación de que hay un goce en el síntoma –como lo plantea Lacan- aparece después de un largo desarrollo en Freud. Lacan mismo tiene que realizar un largo recorrido para llegar a la concepción de que el síntoma es una manera de gozar, ya que inicialmente el síntoma es una manera de decir y es un efecto de verdad.

En la obra freudiana, inicialmente, el síntoma es solidario de la metáfora; en La interpretación de los sueños, Freud postula que el síntoma neurótico tiene una estructura homóloga al sueño, lo cual no quiere decir que síntoma y sueño son lo mismo, sino que tienen una estructura homóloga. El cifrado del sueño es solidario del síntoma como cifrado.

La comparación que hace Lacan en El Seminario 1 es muy esclarecedora, plantea que entre sueño y síntoma hay una diferencia: el sueño estaría más del lado de un poema épico y el síntoma de un tratado de termodinámica, por la cuestión económica. El goce del síntoma, el síntoma como satisfacción sustitutiva, el núcleo resistencial respecto de la interpretación, las resistencias del superyó, las resistencias del ello, lo que Freud llama reacción terapéutica negativa; aparecen como núcleos donde no se trata de descifrar un mensaje cifrado, sino que hay un núcleo resistente a la palabra y a la interpretación. Freud llega a un impasse y le deja a Lacan la cuestión de qué operación le queda al psicoanálisis respecto de ese núcleo resistente.

Es por eso que el Nombre del Padre -que es un término que Lacan toma de la religión para dar cuenta de la función simbólica padre- tiene inicialmente una función metafórica y posteriormente, con el paso a los nombres del padre, va a tener otro estatuto, la nominación. 

La Biblia comienza con el acto de nombrar, se trata de un nombrar por la palabra. Lacan postula que el Nombre del Padre en la Biblia, cuando aparece en la zarza ardiente, es "soy el que soy", no es un nombre propio, sino que es el nombre que no se puede decir.

Sobre la cuestión del nombre, es muy interesante toda la tradición religiosa respecto del acto de nombrar, ya que justamente, el último Lacan va a ubicar en el centro una función de la palabra, el acto de nombrar, distinta a su función metafórica, significante. Ya no se trata de que "la palabra mata a la cosa", sino que, extremando el asunto, que la palabra es la cosa. Para decirlo de otro modo, el fundamento del lenguaje no es la cosa, sino, lalengua como real.


Versión corregida por el autor
Texto establecido por Natalia Capriati y Marina Carreiro.

Los instantes del arte

En el año 1970, tuve la oportunidad de visitar en el Museo Nacional de Bellas Artes la exposición -50 años de Bauhaus-, pude encontrarme allí, siendo todavía estudiante secundario con lo que para mí era una sorprendente novedad: el diseño. La Bauhaus, fue la escuela de diseño, arte yarquitectura fundada en 1919 por Walter Gropius en Weimar (Alemania) y cerrada por las autoridades nazis en el año 1933. Para mí fue encontrar algo muy novedoso en el terreno estético. También puedo recordar haber visitado en los ’60 el Centro de Artes Visuales del Instituto Di Tella, que fue un acontecimiento cultural, fundamental para el arte argentino. Puedo señalar estos dos eventos como una importante influencia, el encuentro en mi adolescencia con manifestaciones artísticas que hoy puedo darles el valor que tienen.
Sé que la foto capta e inscribe un instante, lo aprendí de mi padre y de Henri Cartier-Bresson, un instante de ver contingente que lleva a un tiempo de comprender, y a un momento de concluir. La foto capta el instante de la contingencia que produce un efecto poético, algo muestra y algo dice, una dimensión de sentido.


Puedo citar muchos más encuentros, pero solo voy a ubicar algunos cruciales. Tuve la oportunidad también de escuchar personalmente en aquellos años muchas conferencias de Jorge Luis Borges, en diversos lugares, hablar de Macedonio Fernández, El Quijote, Joyce, la poesía, la Kábala, el Golem, etc. Despues de muchos años llegó a mis manos una grabación de Borges, una conferencia sobre su amigo ya fallecido, Xul Solar, había escuchado hablar del pintor, pero solo Borges despertó mi interés por el genial inventor que fue Xul Solar. Realcé una investigación que me permitió publicar en Página 12 y en Virtualia un trabajo titulado "El genio de Xul Solar", donde intenté dar cuenta de la apuesta singular del artista de su frase: " Si no hay un país sin angustias para mí, me haré un mundo". Y así fue como después de su viaje por Europa, dedico su tiempo a crear lenguas, la panlengua y el neocriollo, escrituras musicales, el panajedrez, proyectos arquitectónicos, obras de teatro, y una cuantiosa obra plástica que fue valorada después de su muerte.

La invención de Xul Solar enseña al psicoanálisis un modo de anudamiento que intenta crear un Otro, pero como una tarea siempre inconclusa, marcada por un todavía no.

Pude participar en una mesa de homenaje en el Museo Xul Solar con la arq. Patricia Artundo, quien luego fue curadora de la muestra del pintor en el Malba y Osvaldo Svanacini, quien se considera discípulo del artista, miembro de la Academia Nacional de Bellas Artes y fue director del Museo de Arte Oriental, en el año 2004.


Siendo director de Virtualia realizamos con Diana Chorne, una muestra en el Museo Palais de Glace de Buenos Aires titulada, "El arte de Virtualia"con la participación de los artistas: José Antonio Berni, Lorena Cabrera, Ana Casanova, Diana Chorne, Juan Doffo, Julieta Espósito, León Ferrari, Pablo Garber, Julia Goldenberg, Dominique Gromez, Andrés Labaké, Martin Larralde, Adolfo Nigro, Luis Felipe Nóe, Thereza Salazar y María Graciela Trione. La idea fue pasar de espacio virtual de la revista, donde desde el primer número con Alejandra Glaze incluimos obras de artistas, al espacio real de un museo y además realizar una mesa redonda "Virtualia y los Nombres del Padre" en el contexto del Encuentro Americano del Campo Freudiano, con la presencia de Alicia Arenas – NEL-Miami, Romildo Do Rego Barros EBP- Rio do Janeiro y Mónica Torres EOL-Buenos Aires, que coordine con María Inés Negri.

También puedo agregar que gracias a Diana Chorne, excelente psicoanalista y destacada artista, en un trabajo común, he podido conocer a León Ferrari, Yuyo Noé, Adolfo Nigro, Gyula Kosice, Rogelio Polesello, Josefina Robirosa, Clorindo Testa, Dalila Puzzovio y Enrique Oteyza (Director del Instituto Di Tella). Para mí, fue un encuentro con el arte mayúsculo, el poder conversar con estos maestros, algunos de los cuales participaron de Virtualia digital y de su muestra.

La conversación con cada uno fue efectivamente un encuentro con aquello que los marcó y con su rasgo, el trazo que marca toda sus obras y también poder entender qué fue la década de ’60 para el arte.

En lo personal debo decir que estos encuentros me han llevado a interesarme por el arte, seguro que hay muchos más. Solo quería mencionar algunos. Como es sabido, para quienes me conocen, me vengo dedicando a la práctica analítica y la enseñanza del psicoanálisis durante décadas, dejando constancia que si bien el arte y la poesía dejaron sus marcas en mí, no puedo dejar de señalar la política.


También cabe mencionar haber conocido a Josefina Ayerza, crítica de arte, a Pablo Birger, coleccionista, a Isabel Laborde, pintora, a Thereza Salazar, pintora paulista, a Ana Casanova, pintora, a Lorena Cabrera, artista plástica, a Claudio Curutchet, pintor, entre otros, me han dejado una inquietud y una marca imborrable.

Tanto como conocer el Museo Picasso de París con mi hija Julia, donde descubrí que un manubrio oxidado de bicicleta puede ser la cornamenta de un toro, tanto como el Museo Dalí de Figueres que me permitió acabar con el prejuicio que tenía del artista catalán, tanto como el Palazzo Grassiconocer algunas de las mejores obras del arte contemporáneo.

La lista puede seguir, pero prefiero detenerme en mi respuesta, llevó como un nombre del padre, la fotografía, que despertó seriamente antes en mi hija Julia que en mí, pero desde hace algunos años además de ser invitado a hablar sobre arte y psicoanálisis se dio la oportunidad, gracias al entusiasmo y gestión de Claudio Curutchet he tenido oportunidad de mostrar algunas obras. Sé que la foto capta e inscribe un instante, lo aprendí de mi padre y de Henri Cartier-Bresson, un instante de ver contingente que lleva a un tiempo de comprender, y a un momento de concluir. La foto capta el instante de la contingencia que produce un efecto poético, algo muestra y algo dice, una dimensión de sentido.


Sorprende, asombra, intriga, deslumbra, capta, atrapa y nos lleva a un ¡Mirá! como demanda pulsional.

También celebro haber recuperado la foto que en estos tiempos de pantalla global, conserva el silencio y el misterio del instante.

Buenos Aires 2010


Nuestro Elephant en la tragedia de Patagones



La orientación lacaniana instaura su ética tomando como eje las modalidades actuales de la civilización y su trauma. Una práctica que promueve la responsabilidad de cada sujeto, por su posición, y por ende, por su accionar.

Nuestro Elephant en la tragedia de Patagones

"Si alguien le encontró sentido a la vida, por favor escríbalo aquí."La frase estaba escrita en el pupitre que usaba Junior, el chico que mató a tres de sus compañeros e hirió a otros cinco en una escuela patagónica." La Nación 29/9/04.

El episodio de Carmen de Patagones es un signo de la época, no alcanza con decir que era un desquiciado, que fue un brote sicótico o una patología encubierta no detectada.

La película "Elephant" dirigida por Gus Van Sant, poco vista en nuestro país, que recibió la Palma de Oro 2003 en Cannes a mejor película y a mejor director; trata de un hecho similar en un "high school" americano en Portland, Oregon.

La película recorre la vida de adolescentes que transcurre casi aburridamente, uno saca fotos, otra trabaja en la biblioteca, algunos se dedican a los deportes, algunos mas interesados en el amor. En la película casi no hay padres, los alumnos van y vienen de su casa, y los padres no se ven.

Dos amigos solos en una casa, uno de ellos toca en piano "Para Elisa" de Beethoven, otro juega a un videogame, de pronto llega una encomienda y todo se desencadena, es un rifle, lo prueban en el garaje, y dice que mañana es el día; aparecen con ropa de combate armados hasta los dientes, van al colegio, nadie se sorprende nadie los detiene, llegan al pasillo central y antes de comenzar la masacre, uno le dice al otro "¡Divertite!, no hay un delirio mesiánico, ni ningún sentido en juego.

El director tiene el mérito de abordar con altura este espeluznante episodio.

Si intentamos una aproximación al mal desde el psicoanálisis, debemos prestar atención a este film, que no es la comedia de asesinatos que Chaplin tituló Monsieur Verdoux, que tenía un carácter de alegato contra la guerra y el nazismo.

Elephant, muestra un mal sin amarre en el sentido, ni siquiera delirante, no hay una cuestión racial, es el mal por diversión, donde cualquiera puede armarse con una tarjeta y por encomienda; se puede decir que indica un síntoma social en la economía de mercado americana.

La película muestra un vacío de significación, no podemos reducirlo a un pasaje al acto de unos adolescentes desquiciados, aunque quizás lo eran.

El film muestra la irrupción de lo disarmónico, en la aburrida armonía de un "high school" pueblerino. Van Sant pensó en la parábola del ciego y el elefante. En esta historia, de la que existe una versión del siglo II a.c. en los cánones budistas, varios ciegos examinan diferentes partes de un elefante: orejas, piernas, rabo, trompa, etc. Cada ciego está completamente convencido de que entiende la verdadera naturaleza del animal basándose en la parte que tiene en sus manos. De esta forma el elefante es como un abanico, o como un árbol, o una cuerda o una serpiente. Pero ninguno puede ver el todo.

Tenemos en Carmen de Patagones nuestro "Elephant". El coro de ciegos, puede decir: que vieron en el colegio el film Bowling for Columbine una semana antes, que jugaban al Counter Strike, que fue un brote sicótico o una patología encubierta no detectada a tiempo, que no fue un hecho inesperado…etc.

¿Cómo leer un hecho así? Si lo tomamos aisladamente, sin duda es un pasaje al acto, pero entra en serie, con Columbine, con la escuela de Belsán en Chechenia, con el 11/S en NY, con las bombas de Atocha en Madrid, etc.

Es la época, podemos decir de la civilización y su trauma. Vivimos entre el stress pos-traumático y el stress pre-traumático.

La declinación de los Ideales, que implicaban una regulación, produce sujetos que no creen en nada: "Si alguien le encontró sentido a la vida...", nos encontramos con nuevas modalidades de la adolescencia que no les interesa nada, no les interesa saber nada, solo divertirse bajo un fondo de aburrimiento generalizado; nuevas formas de fracaso escolar, de violencia, de consumo de drogas y alcohol, de anorexia y bulimia y también de graves inhibiciones.

El episodio de la escuela Islas Malvinas, es preocupante, no para determinar solamente la "patología" de quien irrumpió a los tiros contra sus compañeros, sino también la incidencia traumática en los demás estudiantes y en los demás establecimientos educativos del país. Desde la orientación lacaniana, en nuestra Escuela, pensamos que el sujeto es siempre responsable, incluyendo niños, adolescentes y también en estos casos extremos, que la ley jurídica considera inimputables, nuestra clínica tiene como objetivo responsabilizar al sujeto. Hay un deber ético de la comunidad de prestar atención a los jóvenes, de permitir una mayor incidencia de los "psy" en los ámbitos educativos, no para "detectar al enemigo", sino para poder orientar, escuchar a alguien que escribe: "lo más sensato que podemos hacer los seres humanos es suicidarnos", y no solo en situaciones de extrema gravedad, sino en jóvenes o niños, cuyo sufrimiento no es ruidoso, no llegan a los medios, donde no hay espectáculo mediático.

Buenos Aires 29/9/04

Lazo social y violencia

Invitado a una videoconferencia sobre "Violencia en las Escuelas", el autor elige introducir la posición del analista lacaniano en la época a través de la exploración de los trágicos sucesos de Carmen de Patagones; cotejando la versión argentina a la ficción cinematográfica "Elephant". Articula el aparente heroísmo de la venganza de "Kill Bill" al goce de la matanza que en verdad esconde, para develar la paradoja de la máxima kantiana. Examina la sociedad del espectáculo, la declinación del Otro, valiéndose de los aportes de R. Espósito en su redefinición de la biopolítica.



La siguiente es la tercera de un ciclo de videoconferencias organizadas desde el Observatorio Argentino de Violencia en las Escuelas, junto con UNESCO, Brasil, con la Universidad de San Martín y el Ministerio de Educación de la Nación.

La apertura estuvo a cargo de la licenciada Mara Brawer, coordinadora del Observatorio, quien recordó que el mismo tiene por objetivo generar instancias de investigación acerca de la temática de la violencia en las escuelas con el fin de promover políticas públicas para la prevención y mejoramiento en la convivencia, así como la construcción de espacios de debate y de reflexión junto a los docentes.

Brawer envió un saludo a las provincias que pudieron conectarse y a los que llegaron a pesar de los inconvenientes de una intensa lluvia. Agradeció a la fundación OSDE, a las cabeceras de la Red Federal de Formación Docente y a los Ministerios de Educación de todas las provincias. También anunció la inminente publicación de experiencias, ganadoras en un concurso para equipos escolares sobre cómo trabajar la convivencia en la escuela. Por último, presentó al especialista invitado, quien también agradeció a los organizadores. Posteriormente, la licenciada Mariana Moragues coordinó las preguntas que realizaron diferentes provincias.

Para comenzar, me gustaría referirme a la película Elephant (Gus Van Sant, 2003), que tuve oportunidad de ver hace algunos años. Es un planteo diferente del que presentaBowling for Columbine (Michael Moore, 2002), un documental sobre la matanza ocurrida en 1999, en una escuela en Portland, Oregon. La película que mencioné primero me impactó más, aunque los hechos que se narran son ficción, lo que me llevó a comentarla en varias oportunidades. Al poco tiempo sucedió lo de Carmen de Patagones: evidentementeElephant estaba dando algún signo de las problemáticas de la época.

El título de la película, "Elephant", se tomó de la parábola de los ciegos y el elefante. En esta historia, de la que encontramos una versión del siglo II A.C. en los cánones budistas, varios ciegos examinan diferentes partes de un elefante: orejas, piernas, rabo, trompa, etc. Cada ciego está completamente convencido de que entiende la verdadera naturaleza del animal, basándose en la parte que tiene en sus manos. De esta forma el elefante es como un abanico, o como un árbol, o una cuerda o una serpiente. Pero ninguno puede ver el todo. Creo que la idea de Van Sant es muy interesante, porque nos dice que un hecho así, solo se puede abordar parcialmente.

Voy a tomar brevemente algunas cuestiones que llaman la atención. Primeramente, podemos decir que en la película no hay padres. Solamente al principio aparece un padre alcoholizado que es el mismo que aparece al final, pero el film transcurre en ausencia de padres, este es un elemento importante. Además, está el escenario de ese High School, que no tiene nada que ver con nuestras escuelas. Sin embargo, muestra la rutina cotidiana de una secundaria como cualquiera, pero también cómo se va gestando lo que va a suceder después. Presenta distintos jóvenes, algunos más raros que otros. En un momento, dos amigos en la casa de uno de ellos. La imagen muestra a uno tocando en el piano, "Para Elisa" de Beethoven, una melodía que se reitera en la película. Otro, jugando un video game, que consiste en matar a los contrincantes. Suena el timbre y llega una encomienda: es una ametralladora o un rifle. La prueban en el garaje y dicen que ya tienen todo para empezar lo que habían planeado para el día siguiente. Por supuesto, en esa casa no hay padres. Despliegan un mapa del colegio, acuerdan en qué lugar se van a ubicar, con qué cuentan, y uno le dice al otro: "tenemos un día de diversión garantizada". La trama sigue así, llegan al colegio con bolsos llenos de armas y con ropa de combate. Nadie se da cuenta de eso. Uno al otro es: "¡Divertite!" y comienzan la masacre. Lo que sucede después es la realización del video game. Es por esto que interesa tomarlo para abordar la problemática del lazo social: quienes tenían con ellos lazos cotidianos, pasan a ser blancos de video game, con los que producen la matanza. No importa el final, no hay desenlace, se muestra esto: el profesor, el preceptor, sus compañeros, nada detiene a estos chicos.

Mi intención es vincular la película con lo ocurrido en Carmen de Patagones. Escribí un artículo publicado en Página 12 (7/10/04) y en la revista digital, Virtualia nro. 12. Los alumnos, justamente habían visto Bowling for Columbine 15 días antes. Es decir que un intento de tratamiento preventivo sobre violencia en las escuelas, quizás le dio la idea a Junior para consumar las atrocidades que cometió. Aunque debemos admitir que en la escuela de Carmen de Patagones ya había señales. En uno de los pupitres estaba escrito: "Si alguien le encontró sentido a la vida, por favor escríbalo aquí", también, "Lo más sensato que podemos hacer los seres humanos es suicidarnos". Creo esas señales estaban y no se les prestó la debida atención. Tampoco es raro que los adolescentes escriban cosas así.

En el artículo, decía que este episodio marcó a la institución Escuela en todo el país. Se habían vuelto sospechosos todos los chicos retraídos, es decir que se produjo una especie de paranoia generalizada: cualquier tímido podía ser un criminal en potencia.

Lo que se pone en juego, tanto en la película como en el episodio de Patagones, es un caso extremo que no da cuenta de la violencia en las escuelas. Justamente los medios de comunicación se dedican a mostrar aquello que va a producir mayor rating, las atrocidades que son parte del espectáculo. El tema de violencia en las escuelas es mucho más amplio de lo que aparece en las noticias. Existen episodios cotidianos donde, sin llegar a estos extremos, la violencia está presente.

En mi opinión, una cuestión fundamental es cómo saber abordar no sólo estos casos de extrema gravedad, sino la violencia en el ámbito escolar como síntoma social. En este sentido, podemos trazar algunas coordenadas para poder pensar este fenómeno.

En primer lugar, podemos tomar un término que usa Lacan en un artículo sobre la familia que se titula: "Los complejos familiares en la formación del individuo" (1938). Lacan habla de la declinación social de la imago paterna, lo cual constituye un elemento clave para poder pensar la época y la cuestión de la autoridad. Esta formulación de Lacan tiene como antecedente la famosa frase de Nietzsche (1844 -1900): "Dios ha muerto", que apunta a que el mundo de los valores, de los ideales, de los grandes relatos, de los fundamentos, ya no tiene vida, ha caído. De algún modo se puede decir que el siglo XX es un siglo de declinación de ideales, de valores y de la autoridad. Nosotros también hemos asistido a esto. Por ejemplo, en la época de Freud la autoridad del médico, del político, del maestro, del profesor, del docente, era considerada de forma muy distinta que en estos tiempos. El médico de familia, el médico como portador de un saber, ya no existe más. El psicoanálisis parte de ahí: Freud, posicionado como médico encarnaba una figura de saber. Hoy esa figura ha declinado y el médico es alguien que suministra medicamentos: hay más autoridad en una fórmula química, que en aquel que la suministra. Así como la creencia en los políticos, en los periodistas, ha declinado la autoridad de los docentes. Tampoco podemos dejar a los psicoanalistas fuera de esto: hay una tendencia a poner el psicoanálisis en el mismo nivel de prácticas como el tarot, el reiki o cualquier otra práctica.

En definitiva, la frase de Nietzsche funciona como bisagra entre una época y otra.

La ética de los comienzos del siglo XX es una ética del sacrificio y de la renuncia, que funcionaba como regulación. Lo encontramos planteado en varios textos de Freud: la cultura exige al individuo renuncias, a la agresión, a las satisfacciones pulsionales. Lo cual permite cierto contrato social, cierto ámbito de regulación. Sin embargo, actualmente tanto en la clínica como en la práctica que ustedes realizan, nos encontramos con adolescentes que no sacrifican nada, que no les interesa saber nada, que no les importa el futuro, quizás a algunos les interese divertirse. Son hijos de padres que trabajan, que estudiaron, que se han sacrificado en la vida para poder vivir dignamente y para darles educación a sus hijos. Estos jóvenes generan angustia en los padres, en la medida en que no tiene nada que ver con lo que sus padres esperaban de ellos, pero van muy bien con el discurso actual. Al contrario de la ética religiosa del sacrificio y de la renuncia pulsional, el paradigma actual es el del mercado, el de la ética capitalista, en otras palabras: el consumo, la diversión como algo distinto del sacrificio. Por eso destaqué enElephant las dos oportunidades en las que aparece este tema, cuando un chico le dice al otro "tenemos diversión garantizada", y al despedirse antes de empezar la masacre: "divertite". Es un término que tiene tradición en la filosofía. Se puede decir que es un término banal, pero hay que tomarlo seriamente. Sin que entremos en profundidad, Pascal lo plantea como un modo de eludir la relación con Dios; es interesante esta relación entre el término diversión y la idea de eludir. En occidente la industria del entretenimiento (Entertainment), es una de las más poderosas del mundo. Tomar el cine no es simplemente un hecho anecdótico, sino que el cine es un condensador de artes y también constituye un medio de transmisión de cuestiones que son centrales en la cultura, pero a la vez es un producto industrial para el mercado de la diversión.

Entonces, la cuestión de la diversión marca una ética distinta de la del sacrificio.

Hay en este punto una relación con algo que planteaba Freud, que tomaba al súper yocomo un derivado de la conciencia moral, que tiene su antecedente en la tradición Kantiana. Kant ubica en el centro de su ética, la conciencia moral y formula lo que llama suimperativo categórico, el imperativo Kantiano. La máxima universal que Kant plantea es: "Haz que la regla de tu acción sea una regla que valga para todos".

Así plantea como cuestión central de la voluntad moral, la renuncia a las inclinaciones, es decir, que cada uno debe renunciar a sus inclinaciones que llama patológicas, para responder a una máxima universal. De aquí se deriva el planteo de Freud del súper yo. Pero Freud encuentra una paradoja: mientras en Kant el individuo que más renuncia, el que más se sacrifica, es el más virtuoso; Freud encuentra en la clínica que cuanto más renuncia el sujeto, el superyo se vuelve más crítico y severo.

A diferencia de Kant que planteaba "cuanto más renuncia más virtud", para Freud "cuanto más renuncia, más patológico". En Freud el extremo del súper yo es la melancolía, que lleva al sujeto al suicidio.

Actualmente nos encontramos con este cambio de paradigma en el discurso actual que no exige renuncia.

Ahora bien, Lacan produce un viraje. Dice que lo que en realidad exige el súper yo es goce, es decir, "goza más, aunque sea renunciando"; aunque sea sufriendo, exige goce. Esta fórmula es pertinente, para pensar el mandato actual, que lo que exige no es renuncia, sino más bien consumir, gozar, deportes extremos, adrenalina etc., en el marco de un vacío de sentido.

En el film citado, está muy claro que no hay ningún sentido en juego. No eran discípulos de Marilyn Manson, ni eran nazis.

Hay ciertos hechos reivindicativos: a uno de ellos lo habían insultado o humillado, pero intrascendentes. En mi opinión eso es más horroroso, que si hubiera habido algún sentido delirante. Es más horroroso que haya un vacío de significación.

Es muy angustiante para algunos padres cuando se enfrentan con un adolescente al que no le importa nada. Quizás no son casos graves de adicciones, sino que el punto más grave es ese vacío respecto del futuro, y la ausencia de intereses.

En el discurso actual, el sin sentido que se pone en juego, por ejemplo en Gran Hermano, o en los medios cuando lo que les interesa es mostrar la tragedia, la atrocidad para tener rating, para luego pasar publicidad, sólo porque hay mucha gente viendo eso.

En Psicología de las Masas (1920) Freud plantea que el ideal del yo, lugar ocupado por el líder, mantiene la cohesión de la masa: eso produce una homogeneidad, en cambio al declinar los ideales, se provoca una disgregación de la masa. En ese sentido, al faltar aquello que funcionaba como un modo de regulación, de cohesión, se produce un fenómeno de dispersión. Para pensar lo actual, no se puede decir que hay una masa de consumidores. Que haya una marca, no quiere decir que todos los que usan Nike hagan masa. La relación de identificación con un líder o un significante del ideal o un ideal en común, eso hace masa. En cambio las marcas del mercado, no constituyen una masa homogénea. No hay ninguna relación de lazo entre los consumidores. Por eso es relevante la división entre sujeto, ciudadano y consumidor: el ciudadano tiene algo en común con otros, el consumidor no.

Volviendo al tema, hay un cambio de paradigma entre la masa conceptualizada por Freud y las multitudes actuales, que no necesariamente tienen algo en común. No hay una instancia que regule. La violencia tiene que ver justamente con esto, con una ruptura de lazos, con la declinación de la autoridad. La declinación de los ideales hace que el otro no necesariamente es un semejante sino que, como bien lo muestra en la película, forme parte de un videogame.

En la película Kill Bill, Tarantino pone en juego la violencia claramente. Hay allí un sentido. El film trata de una venganza, pero al final Bill le pregunta a Kiddo (Uma Thurman) si ha gozado matando a todos los que mató hasta llegar a él, ella responde que sí.

Está por un lado la trama de la venganza como sentido heroico, pero al final queda al descubierto que ella ha gozado con eso.

Hay un texto de Michel Foucault de 1975 que habla del Panóptico. Éste fue una invención del utilitarista inglés Jeremy Bentham (1748-1847) para renovar las instituciones carcelarias. En la Edad Media las celdas eran oscuras, se practicaban los tormentos y castigos físicos, Bentham plantea una innovación en el modo de corrección y castigo.

El Panóptico era una especie de edificio con una torre central con un vigía, desde donde se podía ver todo. En ningún momento los reclusos quedaban fuera de la mirada. El modo de corrección era estar vigilándolos todo el tiempo.

Tal como lo toma Foucault, el Panóptico anticipa las instituciones actuales: todo está a la vista. No solo en el sentido arquitectónico, la tecnología de los medios ha permitido que todo se pueda ver. Gran Hermano es un buen ejemplo de panóptico.

Allí hay un asunto de interés respecto de la cuestión del ocultamiento: se plantea un cambio de paradigma respecto de la violencia y del castigo. Hasta hace unos años y no muchas décadas, el castigo físico era parte del proceso educativo. He escuchado relatos en Europa, Francia o España donde todavía se usa la violencia como modo educativo. El tratamiento de la violencia familiar fue erradicando ese discurso, pero ahora tenemos el problema inverso: la violencia aparece no por el modo educativo, sino en este desafío a la autoridad o directamente cuando no se la reconoce, o bien entre los mismos alumnos.

En suma, es importante tener en cuenta todo esto: por un lado aparece el panóptico, vigilar pero no castigar, y por el otro lado aparece esa especie de declinación de la ley del castigo que produce el "todo esta permitido", no hay reglas, no hay ley, etc. Asimismo, "todo se puede ver" –que podemos hacer coincidir con el reality show– a lo que se suma "todo se puede decir", todo es válido.

Quizás el matiz diferente al panóptico, es que el lugar del vigía, que es el que vigila todo, una vigilancia ética, se ha convertido en un lugar de goce.

El "todo vale" marcó la década del ´90, el neoliberalismo, lo que llamó Fukuyama, "El fin de la historia"; todo se podía ver, todo se podía decir, y nada tenía consecuencias. Sin embargo, hay que ubicar un corte en el 11 de septiembre del 2001 que marcó el paso de la época de la globalización y el mercado, al paradigma de la seguridad en el comienzo del siglo XXI.

Para concluir tomaré un concepto trabajado por el filósofo napolitano, Roberto Esposito. Es un autor importante sobre estos temas, tiene tres libros relacionado con la filosofía política titulados: Communitas, Immunitas y Bios, publicados por Amorrortu Editores.Toma el término biopolítica de Foucault, ya que no se trata sólo de la política desde los derechos del ciudadano y los derechos del sujeto, sino que incluye la política sobre los cuerpos. El ejemplo extremo que toma Espósito es el holocausto en cuanto política de exterminio. Más sutilmente hallaríamos la política de salud o la política de educación. Es decir que la política no sólo afecta al sujeto como ciudadano o al sujeto del lenguaje, sino que también aborda lo real del cuerpo.

Generalmente los fenómenos como el nazismo, desde la política en sentido tradicional y desde la filosofía política aparecen como impensables; en cambio desde la biopolítica se pueden abordar, en la medida en que, si la política es también política sobre los cuerpos, entonces toda política va en ese sentido.

El concepto que me interesa tomar de Espósito, en relación con la biopolítica, es lo inmunitario como opuesto a lo comunitario. Lo inmunitario es justamente un aparato de defensa que protege al organismo de cuerpos extraños. Ahora bien, llevado al terreno de la comunidad, el autor plantea como inmunitarios los aparatos de seguridad, los aparatos de evaluación, etc. Realiza una crítica planteando que en esta época la seguridad está más puesta en lo inmunitario que en lo comunitario.

Pienso que nuestro modo de tratar el tema de la violencia tiene que tener en cuenta ese detalle. Si ponemos el acento en lo inmunitario, nos convertimos en detectores de patologías encubiertas y armamos todo un aparato persecutorio que no va a evitar estos fenómenos de violencia, sino que justamente los va a incrementar. Un ejemplo claro de esto podemos encontrarlo en la película Babel. En ella se muestra que no hay globalización, sino más bien una babelización en el mundo actual. Si bien la tecnología es mundial, no hay una globalización efectiva. Babel permite pensar algo en relación con lo inmunitario, en el momento en que muestra el accidente de estos chiquitos marroquíes al probar un fusil que había dejado un japonés en su expedición de caza. Justamente, el accidente se convierte en una cuestión de Estado y esos niños son considerados terroristas. El aparato de seguridad termina matando a uno de ellos luego de ese episodio, que se vuelve trágico al convertirse en una cuestión de terrorismo de Estado, abordado por un aparato inmunitario. También aparece la situación en la frontera: el paso de EE.UU. a México sin ningún control, mientras que de México a EE.UU. hay un aparato de control tremendo, una barrera infranqueable que -más allá de la política inmigratoria- pone en riesgo de vida a la niñera y a los niños. Así, el aparato inmunitario convierte un hecho que quizás es banal, en algo siniestro. Espósito señala que la preservación de la vida en la política inmunitaria, es una política de la vida que puede destruir la vida.

Es por eso que es importante el modo de abordar estas rupturas de lazos; si se aborda por el lado inmunitario, puede producir más desastres que buenas consecuencias.

En ese sentido, quiero tomar una frase que está en Bowling for Colombine. Le realizan una entrevista a Marilyn Manson, el cantante de rock, preguntándole si era el instigador, el ideólogo de esa masacre, contesta que no, de ninguna manera. Entonces le preguntan qué es lo que le diría a esos chicos, y Manson tiene una respuesta inteligente, dice: "No les diría nada, simplemente los escucharía". Esto es relevante para tener en cuenta al abordar estos asuntos. Podemos producir discursos, intentar transmitir modos de tolerancia, de no violencia, etc., pero es más importante abrir la posibilidad de lazo. En definitiva, que estos pequeños detalles tengan algún lugar en el sistema educativo. No se trata de armar un aparato inmunitario, sino un abordaje más bien del lado de lo comunitario.

En Carmen de Patagones, 15 días antes del suceso habían visto la película Bowling for Columbine, para que fuera elaborada por los alumnos. Podría pensarse que a ese chico, que evidentemente tenía una grave perturbación, le dio una idea, lo llevó a pasar de los dichos al acto. Los dichos los vimos en los mensajes: "si alguien conoce el sentido de la vida, escríbalo aquí", o "lo mejor que puede hacer un ser humano es suicidarse". Los actos fueron lo que sucedió después. Quizás no fue la estrategia más afortunada. Tal vez sí es adecuado abordar los episodios pequeños en los que está en juego la violencia, la agresión a las autoridades. Poder poner en juego el lazo. El psicoanálisis, aborda el lazo social como discurso. Hay distintos modos de discurso, la política es un modo de discurso, lo que nosotros escuchamos en la clínica también es un discurso, el discurso del inconsciente. Lo que ha enseñado Freud -y creo que ese es el aporte más importante del psicoanálisis a lo social- es que no hay un salto entre lo individual y lo social, sino que la misma estructura que se pone en juego en un sujeto, la encontramos en las masas. Lo individual y lo social tienen la misma estructura y hay que abordarlo de la misma manera.

María Masa: Yo soy tutora. Nos reunimos todos los viernes para tratar los temas de la escuela y a veces surge el tema de la violencia en algún episodio específico. El problema es que no hay un gabinete psicopedagógico en el colegio. Yo pienso que somos muy limitadas, que podemos tener buena voluntad, pero… ¿qué sucede en los colegios donde no hay un gabinete? Yo creo que en un futuro muy cercano se va a tener que trabajar en eso, porque hay colegios que no lo tienen. Y mientras tanto, ¿qué se puede hacer?

Lic. Goldenberg: Evidentemente es algo necesario, pero la cuestión es aún más amplia. Estos ámbitos de reflexión o dispositivos de abordaje de estos temas son necesarios en el ámbito educativo. Puedo tener alguna idea, pero me parece que ustedes tienen que reflexionar y producir dispositivos que puedan tramitar o poner en juego esto.

María Masa: Quizás el secreto es escuchar, coincidiendo con Marilyn Manson. Los dispositivos se pueden poner o no en funcionamiento, armar o crear, pero me parece que se puede empezar por una vida bastante más sencilla comenzando por abrir las orejas. Coincido con esto que se decía acerca de cuánta participación se les da a los chicos en armar cosas, en redactar las leyes. No sé si no había que pasar la película en Carmen de Patagones. En las escuelas donde se pasan películas que hacen pensar las cosas se abrieron debates después, se abrió el espacio para que cada uno opinara y tomara en cuenta estas señales y todas estas cosas que van apareciendo. Me parece que lo que falta es eso, escuchar a los chicos y poder darle más importancia a lo que dicen, a lo que piensan, y tenerlos más en cuenta.

Lic. Goldenberg: Sí, creo que eso es importante, pero si vieron Elephant, hay una secuencia donde están reunidos con un psicólogo hablando todos los chicos sobre sus problemas, y sin embargo, el hecho sucede igual aunque eso está. Me parece que el que está dispuesto a poner en juego la palabra, va a poder evitar algo. Creo que hay que inventar dispositivos para poder tramitar estas cuestiones. Por eso digo, no lo veo tan simple, no creo que pasar o no una película va a resolver el tema, o solamente con los gabinetes, me parece que la cuestión es todavía más amplia.

Rosa Sofía Urre: Soy integrante de Ledia, que es un equipo disciplinario de infancia y adolescencia. Somos nuevitos, estamos trabajando desde noviembre del año pasado. Vos hoy comentabas que en esta situación contemporánea nos encontramos con que los papás tenían expectativas diferentes de lo que los chicos y jóvenes son. Yo me cuestiono esto muchas veces, me pregunto qué es lo que lleva a esta contradicción entre la realidad y lo que estos padres buscan. ¿Por qué no pueden llegar a sus hijos para que sean lo que ellos tienen expectativas de que sean? ¿Esa es una cuestión cultural? ¿Tiene que ver con la forma en que está dado el sistema hoy? ¿O es solamente una cuestión de lo que les llega a los pibes desde la televisión, de los medios de comunicación y demás?

Lic. Goldenberg: Por eso decía que en Elephant no hay padres, y eso indica algo. Esos chicos con tarjetas de crédito compran las armas por Internet. Las armas llegan a la casa.

Por un lado allí no hay padres, mientras que nosotros hablamos de padres que aparecen preocupados por estos adolescentes a los que no les importa nada: ese es el mejor de los casos. También puede haber padres a quienes sus hijos no les importan nada, tenemos de esos también. Con respecto a esa diferencia, lo puedo constatar mucho en las demandas clínicas, en los intercambios y también en las escuelas; aparece en un principio como un problema de fracaso escolar, de chicos repetidores, y esto no es así. Por eso tomé la cuestión del ideal de los padres: quizás para ellos es muy angustiante que repitan, pero hay chicos a los que no les importa nada, hay chicos que pueden repetir tres, cinco veces y no les importa. Si el sujeto se mide con un ideal, ahí aparece algún punto de falta, de culpa. Y por más que los padres tengan ideales, no necesariamente pasa lo mismo con los adolescentes. En definitiva, el lazo social y el discurso van en la misma línea.

Genaro, docente e investigador: ¿Tal vez no le conviene a algún poder económico que el lazo social no sea una casualidad? Digo algún entre comillas, por no decir grupos de poder económico en la sociedad. ¿Puede ser que el discurso político no tenga nada que ver, que sea un discurso y nada más, cuando se elaboran nuevas leyes educativas en las que el sujeto-objeto de la acción, que es el educando, no tiene voz ni voto ni participación, y se habla de la comunidad o lo comunitario aunque realmente el educando es y sigue siendo un objeto pasivo donde no hay espacios de reflexión? Si bien es cierto que en lugares donde hay gabinete se puede hacer un poquito más, la intervención muchas veces genera violencia. Intervenir, como pasó en Carmen de Patagones, que es una escuela con gabinete y lo sigue teniendo, cuando dio esa película incentivó la violencia. Yo creo que las políticas educativas tienen que tener un discurso que enseñe a pensar sobre todo el bombardeo que tienen el niño y el joven, es decir, no solamente enseñar a leer y escribir, sino leer y pensar lo que nos llega, qué hay detrás de todo eso. Y reitero mi pregunta, si no es que esto les conviene a los poderes económicos, porque si los chicos están felices y saben interpretar y no pueden ser engañados, no se va a poder vender ni droga, ni tabaco, ni alcohol.

Lic. Goldenberg: Por más que haya un núcleo familiar, evidentemente hay un bombardeo discursivo, como decía el colega Genaro. Porque Gran Hermano está en cada casa: en cada hogar está la intromisión de un discurso que es extraño.

Además, que los adolescentes aparezcan como síntoma para los padres ya es una buena señal. Por supervisiones en hospitales sé que hay muchos casos en los que la demanda no surge de los padres sino del colegio, y cuando viene del ámbito educativo me parece alentador. Es muy importante poder señalar que tal chico necesita tratamiento. En muchos casos concurren a tratamiento por el colegio y no por los padres, porque los padres no se dan cuenta de que ahí hay algo que anda mal. Por supuesto que es necesario el gabinete, pero está más allá del gabinete, está en el modo de escucha que se pone en juego en cada docente, y también en los hospitales. Son muchísimos los casos de demanda de tratamiento que vienen del colegio. También hay demandas judiciales, pero son distintas. La escuela es un lugar donde, a falta de la familia, se pueden detectar síntomas. Aquellos niños que van a tratamiento no son posibles asesinos seriales, sino casos mucho más mínimos. Cuando hay sufrimiento y el chico es escuchado, eso permite la posibilidad de que entre en un tratamiento, y pueda hacer algo con su angustia. Las dificultades, las trabas, las inhibiciones, las angustias se ponen en juego en el lazo y la escuela es el lugar más importante para detectar eso. No hay muchos más lugares para los chicos: están la familia y la escuela. En el shopping, en la cancha, allí nadie se va a ocupar, son lugares más bien anónimos.

Jujuy: Se dijo que no es bueno abordar la violencia por lo inmunitario, ¿desde dónde, entonces?

Lic. Goldenberg: Sí, planteé la inconveniencia del abordaje desde la lógica inmunitaria. Les recomiendo el libro: Immunitas (Amorrortu Editores), de Roberto Espósito. Mientras en la época de los ´90 el discurso era el del consumo y la globalización, el discurso actual es la seguridad. El abordaje desde la seguridad es tomar algo sintomático como peligroso, y cuando un discurso toma algo sintomático como peligroso, lo puede convertir en peligroso. Por eso di el ejemplo de Babel.

Pienso que hay que pensar la cuestión más por el lado comunitario. Creo que hay modos de tratamiento desde lo discursivo, desde lo comunitario. Por eso la referencia que hice anteriormente me parece importante: conozco la cantidad de demandas en los hospitales que surgen a partir de las escuelas. Eso es un buen indicio. No sólo permite evitar cuestiones que pueden ser catastróficas, sino que también hay pequeños sufrimientos que afortunadamente la escuela puede detectar, en el buen sentido, y permitir un ámbito para que se pueda destrabar, para que se pueda hacer algo con esto y no que quede silenciado. No es necesario tomar sólo los casos que salen en los medios, hay modos de padecimiento que quizás son más silenciosos. Es importante que el ámbito educativo sepa orientar, encausar, darles un lugar.

Tandil: ¿Cómo lograr la reinserción escolar de un joven que cometió un hecho de violencia premeditado, pensando en una situación como la de Patagones?

Lic. Goldenberg: Es una pregunta difícil. En el caso de este chico Junior, creo que le cambiaron la identidad. No sé realmente cuáles han sido los hechos posteriores, pero de algún modo va a ser siempre Junior. Es como si hubiera encontrado de golpe el sentido de la vida que le faltaba ..., lamentablemente él va a ser siempre el que cometió este acto. Ahora bien, ¿es posible la reinserción escolar? Bueno, hay que ver la cuestión caso por caso. Hay actos que no tienen retorno, me parece. Además, los actos tienen consecuencias, y es necesario que las tengan, pero ni yo ni ustedes estamos en condiciones de determinar cuáles son esas consecuencias. En ese sentido no me parece que sea tan simple pensar en una reinserción.

San Juan: ¿Qué hacer con respecto al deterioro de la autoridad del docente, que es lo que impide preservar su seguridad y promueve conductas desbordadas?

Lic. Goldenberg: Sí, evidentemente el deterioro de la autoridad produce todo eso. Ahora bien, ¿cuál es el abordaje adecuado? ¿Restaurar la autoridad desde un autoritarismo? No sé si eso sería lo mejor en este momento. Hubo épocas en las que el totalitarismo era un discurso predominante en el mundo; ahora prevalece el discurso de la seguridad, que no necesariamente es un discurso autoritario, pero no es la manera de evitar los desbordes. Pienso que no. Siguiendo la línea de las respuestas anteriores, si abordamos lo sintomático como peligro, entramos en ese discurso de la seguridad que el mundo está padeciendo.

Trelew: Pedimos ejemplos de cómo abordar las cuestiones de violencia.

Tierra del Fuego: ¿Qué futuro hay para los chicos de tener una expectativa, ya sea laboral o profesional?

Lic. Goldenberg: Ahí está el problema. Ustedes conocen los acontecimientos de París durante el año pasado, cuando se quemaban autos y se llegó a una escalada: un día eran 200, al siguiente 300, 400, 500… hasta que un día la prensa dejó de enviar información porque la misma prensa estaba produciendo la escalada. Se seguían quemando autos, pero no salía en los medios. Los que producían estos hechos, no eran hijos de extranjeros, sino hijos de inmigrantes de una tercera generación, que reciben subsidios del estado pero tienen una posibilidad muy limitada de insertarse en el ámbito laboral y estudiantil. Ese episodio sorprendió allí, donde se vive en la opulencia: Europa tiene sus pobrezas, pero económicamente está en uno de los mejores momentos. Aparecen hechos de violencia en una sociedad que tiene todo controlado, en la que los desocupados tienen sus subsidios. Pero eso no resuelve el malestar.

Por eso en las políticas estatales, la educación es central. También lo es la investigación científica que en América Latina está bastante limitada por el contexto político y económico. La pregunta por el futuro me parece fundamental. Nos encontramos con algún adolescente que tiene algo pensado, que tiene algún ideal, que piensa trabajar y tiene un proyecto; pero para los fumadores de paco, los intoxicados, para todos ellos, es muy difícil pensar un porvenir. En definitiva, el problema del futuro atañe a lo educativo, pero también atañe claramente a las políticas. Eso ya está, de algún modo, fuera de nuestras manos. En conclusión, es necesario tener en cuenta que el sistema educativo tiene mucho que ver con el futuro de los sujetos, pero también con el futuro del país.

Trenque Lauquen: ¿Qué pasa con la violencia que se genera dentro de las escuelas? No por parte del chico, sino de la familia. ¿Hay posibilidades de generar lazos?

Lic. Goldenberg: Eso de padres que acuchillan docentes o les pegan, está en la misma línea. Es una cuestión de ruptura de lazos y de no reconocimiento de la autoridad. Creo que hay que abordarlo sintomáticamente: lo ocurrido está diciendo algo. Solamente con encerrar a los padres o expulsar a los alumnos no se resuelve; por el contrario, hay que dar un ámbito para que pueda ser escuchada y tramitada la cuestión. Son fenómenos nuevos. En otra época eso de agredir a un docente era algo excepcional e impensable, pero está en la misma línea, es la violencia dentro del ámbito de la escuela que rompe los marcos. Es la misma que puede suceder afuera: no está solamente en el ámbito educativo, puede suceder en un hospital o en otros lugares. Pone en evidencia la fragilidad de los lazos sociales y su regulación.

Tucumán: En un mundo marcado por imágenes, ¿cuáles son los criterios al tomar imágenes para trabajar en una escuela?

Lic. Goldenberg: Lo del mundo marcado por la imagen me parece interesante.

Más que seleccionar imágenes, hay que tratar de pensar en las palabras, porque ya tenemos todo el tiempo bombardeo de imágenes. Una película puede ser mejor que la otra, pero no sé si eso va a cambiar la cuestión. Como ya tenemos demasiadas imágenes, quizás lo mejor es poder hacer uso del los lazos discursivos, la relación de sujeto a sujeto y el lazo. No creo que haya unas imágenes mejores que otras, me parece que lo que hay que fomentar es el lazo, y poder elaborar aquello que hace síntoma en el lazo.

Concordia: ¿Qué solución dar para aquellos chicos cuyos padres se encuentran ausentes y sin gabinete en la escuela?

Lic. Goldenberg: Insisto con lo que decía anteriormente, pienso que los dispositivos tienen que estar más allá de los gabinetes. No tengo la fórmula, eso lo tienen que pensar ustedes. A veces la escuela por sí sola es el único marco con que los sujetos cuentan, y eso lo deben conocer. Bowling for Columbine y Elephant muestran eso: los chicos van y vienen de la casa, y no hay padres. Es un síntoma de esta época la adicción al trabajo para mantener un status y un nivel de vida. Así estos chicos prácticamente no tienen contacto con sus padres, no se ven con ellos, no hablan con ellos. No solamente en lugares marginales, sino que ya es un problema de la época. Hay que tomar en serio que la escuela a veces es el único marco.

Chivilcoy: Recomiendo otra versión de la situación que muestra Elephant. En Bang Bang, you are dead (Guy Ferland, 2002), un profesor de teatro en la escuela revierte el drama con su actitud de escucha y compromiso.

Mara Brawer: Esta película transcurre en un colegio secundario donde ya hay episodios de violencia. Frente a toda la resistencia, el profesor sigue adelante. En el medio hay un chico que es bastante arraigado y que ve las cosas de una manera diferente. Es muy interesante porque logra una reflexión en los padres, en las autoridades y muestra esta cuestión de los lazos rotos.

Lic. Goldenberg: Gracias por el dato, me habían comentado esa película pero todavía no había tenido oportunidad de verla.

Esperaba una pregunta de Córdoba, porque quería recomendar una revista de psicoanálisis, "Mediodicho" cuyo último número se titula "Esa Violencia".

Misiones: ¿Se puede decir que este nuevo discurso fue generado por la idea de que "todo está permitido", dicho entre comillas?

Lic. Goldenberg: Sí, de algún modo sí, en alguna época se creía que el problema del padecimiento y del sufrimiento tenía que ver con la represión, la censura y la cuestión de la autoridad. Se trataba de liberarse de la represión, de las reglas, de la ley, un poco los años ´60 tenían esa idea, liberarse de todo y que todo sea permitido. También esta idea está en Los hermanos Karamazov (Dostoyevsky, 1880): "Si Dios ha muerto, todo está permitido", en la que se plantea una paradoja. No creo que en la época actual, si bien hay un rebajamiento de las reglas de las leyes, todo esté permitido. En los síntomas de los adolescentes y de los niños nos encontramos más bien con la dificultad, las inhibiciones, el consumo de drogas. Esto no quiere decir que todo está permitido. Justamente el que consume drogas, alcohol y pega, muestra un punto de dificultad. La dificultad se pone en juego justamente en la relación con el otro sexo y el amor. Puede haber muchas líneas respecto de las ofertas de goce, pero siempre el problema más difícil y más sintomático es el lazo amoroso y el lazo sexual. Es entonces cuando se pone en juego lo sintomático. Mucha droga, mucho descontrol, pero la cuestión de poder encarar al otro no es tan fácil, por eso el tema de "todo está permitido" es importante ponerlo entre comillas, tal como se aclaró en la pregunta.

Mendoza: Con respecto a los castigos, ¿usted considera que dejaron de existir? ¿Cuál podría ser el castigo, si éste carece de importancia tanto para padres como para niños?

Lic. Goldenberg: Me parece una pregunta fundamental para cerrar lo de hoy. Hablé de Foucault, que se dedicó mucho a investigar el castigo, el sistema carcelario, los sistemas de punición. El problema central no es si hay castigo o no hay castigo, sino poder responsabilizar. Creo que el punto central es que : "el sujeto es siempre responsable" como dice Lacan.

Ahora bien, que sea responsable no quiere decir que se responsabilice. Responsabilizarse es asumir la responsabilidad, reitero: el sujeto es siempre responsable de lo que hizo. Así, Junior es responsable de lo que hizo, eso no quiere decir que se responsabilice. Creo que más que pensar en el castigo, es mejor pensar cuál es el modo de poder responsabilizar a un sujeto por lo que hace. Un niño también es un sujeto y en ese sentido hay que orientar la experiencia educativa como en el ámbito analítico, es decir, ¿Cómo poder responsabilizar a un sujeto?. Creo que ese es un punto clave.

Muchas gracias por la invitación a Mara Brawer y los colegas del Observatorio y muchas gracias por la participación y las preguntas, para mí fue un gusto estar en este ciclo.


* Mario Goldenberg es psicoanalista, miembro de la Escuela de Orientación Lacaniana y de la Asociación Mundial de Psicoanálisis, profesor de la Universidad de Buenos Aires, co-responsable del Departamento de Psicoanálisis y Filosofía del Centro de Investigación del Instituto Clínico de Buenos Aires, autor de varios libros y trabajos, compilador con Diana Chorne de La creencia y el psicoanálisis (FCE, Bs. As., 2006), y De astucias y estragos femeninos (Grama ediciones, Bs. As., 2008).
1- Ciclo de videoconferencias observatorio argentino de violencia en las escuelas. Tercer encuentro: 30 de marzo de 2007.